jueves, 24 de abril de 2014

In Utero, in Tribute, in Entirety

In utero fue mi disco preferido de Nirvana muy por encima del Nevermind. Cada vez que lo escuchaba había algo que no me permitía estar en paz. Podía ponerlo varias veces al día sin problema
 
Hoy me encuentro con este disco de covers que pongo a su consideración. Tiene sus altibajos pero está buenón y le gustará si usted es de los que aún menea la cabeza cuando un grupo de covers pretende lanzarse al estrellato con las rolas del grupo de Kurt Cobain.

Para escuchar el disco, por favor, púchele aquí.

martes, 15 de abril de 2014

Exorcismos*



El día que mi amigo Toñito cumplió la peligrosa edad de doce años, su hermana Lupe decidió que era momento de hacernos experimentar sensaciones aptas para hombres por lo que nos citó esa misma tarde en su casa, justo cuando sus padres salieran a visitar al tío Ultiminio que yacía en una cama desde que la burra Bernardita lo mandó al suelo por vía de una patada. 

Puntuales y emocionados por la invitación, acudimos Abel, Tomás y un servidor hasta la casa de aquellos hermanos que muy sonrientes abrieron la puerta y nos invitaron a pasar hasta la recámara de Lupe. Esta situación nos llenó de un extraño nerviosismo pues si las leyendas de los mayores resultaban ciertas estábamos a unos minutos de vivir nuestra iniciación en uno de los tantos misterios de la vida. Lupe, que portaba unos shorts de mezclilla muy ceñidos y una blusita de tirantes, que en ciertos momentos aplacaba la imaginación pero alborotaba los humores de los presentes, nos pidió que nos acomodáramos en torno a su cama y nos tomáramos de la mano. Lo hicimos. Después sacó una cajita parecida a la del Turista mundial y de ella sacó una tabla y un triángulo de madera, la colocó sobre la cama, se concentró y se puso a musitar algunas cosas que nadie entendió.  Después nos presentó con alguien que no estaba presente, cuando menos a nuestros ojos, y con la serenidad de alguien que había dejado de jugar preguntó:

     - ¿Quieren saber cuándo se van a morir?

Nadie respondió. Ante nuestra falta de iniciativa, la hermana buenota de Toñito le preguntó a la tabla que si quería jugar con nosotros y el triangulito se desplazó a una casilla donde la palabra “si” no se mostraba como la posibilidad más emocionante para nosotros.

     - ¿Quién se va a morir primero de estos chamacos? preguntó Lupe en voz alta mientras el triángulo se desplazaba por cada una de las letras que conformaban la pregunta.

Cuando me percaté de que el triángulo se posicionaba en la letra H y se dirigía rumbo a la E tomé la sana decisión de mandar el jueguito a la chingada y salí de la habitación de Lupe cargando un temor que se me acumulaba en el estómago en forma de dolor. Cuando iba a abrir la puerta que daba a la calle, las luces se apagaron, un vientecillo me golpeó el cuerpo y grité como hasta ahora nunca lo he hecho. No recuerdo si me desmayé pero seguro sufrí un shock nervioso o tuve mi primer infarto. La siguiente escena que viene a mi memoria fue la de mi mamá rezando un rosario con su comadre mientras yo sostenía un cirio en la mano derecha y una tarjeta de San Hipólito en la izquierda.
Cabe resaltar que desde entonces, mi amistad con Toñito se fracturó y a consecuencia de ese distanciamiento pasé años saboreándome a su hermana en una total soledad que se extinguió cuando Lupe fue a dar a un hospital psiquiátrico (según versan los rumores de los vecinos) pues parece que le había dado por personificar a la niñita de película La maldición, cuando menos tres veces a la semana.

Sólo hasta anoche, que escuché a un sacerdote hablar sobre exorcismos, mis sospechas se reafirmaron: probablemente Lupe estaba poseída por un demonio noruego que le pedía en tributo las almas angelicales de tres angelitos pero como yo deserté a tiempo de la ofrenda supongo que ella tuvo que pagar en cuerpo y alma mi desacato.
 
En realidad no sé qué tan cierto sea eso de que el chamuco y sus secuaces puedan meterse en los cuerpos de las personas a través de tablitas que se venden en los centros comerciales pero, por si acaso, aquí les dejo las tres características que tienen los posesos ya que supongo de algo les puede servir:

1) Poseen una fuerza física superior a la de cualquier persona (titanismo o sansonismo), por lo que una chaparrita del tamaño de La Güereja bien podría levantar al luchador conocido como Súper Porky (Brazo de plata) empleando únicamente la fuerza de su dedo meñique. Si lo anterior es cierto, algunas posibles posesas pueden ser: Soraya Jiménez Mendivil, campeona olímpica de halterofilia; mi tía Ramona, cuya capacidad para cargar marranos los domingos de carnitas es realmente paranormal; y todas las niñas de primero a cuarto de primaria que son capaces de transportar el doble de su peso en útiles escolares. 

2) Hablar fluidamente una lengua extraña nunca antes aprendida (xenoglosia). Bajo este criterio, todos los que hablan con la efe y mi tío Teodosio en estado de ebriedad, cumplen con el requisito

3) Aversión a cualquier imagen religiosa. En este caso, el requisito lo cumplo yo.

Otras características que pueden ayudar a identificar a un poseso son: la clarividencia, las dermografías y la levitación. Si lo anterior es cierto, puede estar usted a un lado de un poseso sin haber reparado en ello, así que mejor haga caso a este artículo y consulte a su exorcista de confianza.

*Texto publicado en Memorias de un enfermo mental. Noviembre de 2010
Foto: Propiedad de Alexis Alvarenga