martes, 28 de abril de 2020

Otro calvario bancario

Por una razón que he comentado en decenas de ocasiones mi relación con los bancos es mala. Si por mi fuera no me acercaría a uno ni por asomo pero me tocó vivir en esta era donde las instituciones bancarias se han vuelto indispensables en nombre de la seguridad. Y es precisamente por la seguridad que ahorita estoy frente a un cajero tecleando mi NIP una y otra vez. No entiendo qué pasa si apenas la semana anterior vine a retirar un poco de dinero y no tuve falla. De pronto pienso que se trata de algún problema con el sistema del banco pero no, en los otros cajeros las personas hacían operaciones con normalidad. Me doy por vencido, no hay modo.

El banco está cerrado y a decir de la hojita pegada en la entrada, no hay fecha para su reapertura. Pienso en una sucursal más grande que hay a un par de kilómetros. Camino. El sol quema. Cuando me acerco a la sucursal veo una fila enorme de más de cien personas. La hilera se hace más grande gracias a la sana distancia. Pregunto si es la fila para pasar a ventanillas. "Pero únicamente para hacer pagos y depósitos. Si quieres retirar, hay que pasar al cajero y la fila está del otro lado". Ni siquiera lo intento.

Necesito dinero como todos los que están en la fila pero algo nos lo impide. Por un lado un maldito virus y por otro la modernidad. Quiero mi dinero a la antigua: en un sobre y para guardarlo debajo del colchón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.